Editorial

Otra Semana Santa Diferente

Por segundo año consecutivo le toca a nuestra generación quedarse sin Semana Santa en las Calles, nunca imaginamos que tal tesitura sucediese; pero es así, hay que sobreponerse y salir de esta “maldición” con más alta capacidad de valorar lo que somos y lo que tenemos.

Debemos aprender de los “abuelos” que en el negro período guerra-civilista estuvieron tres y hasta cuatro años sin procesiones y no sólo no se desesperaron, sino que con fuerza inusitada en épocas de miseria mantuvieron el legado para que llegara a nosotros.

Pero este 2021 va a ser muy diferente y me temo que peor en lo emocional. El año pasado estábamos confinados por ley y con toda la actividad cerrada. Con la reuniones y los Templos cerrados, la movilidad social prohibida y los trabajos no esenciales suspendidos. No quedó más remedio que permanecer en casa “tirando” de tele y ordenador. Este hecho “obligatorio” para toda la sociedad sirvió colectivamente de amparo psicológico por el viejo proceso mental de “todo el mundo esta igual” y “no hay remedio.

Pero el presente año va a ser otra vez diferente. Esta Semana Santa 2021 van a estar abiertas las Iglesias, las Casas de Hermandad, las carreteras… los Bares. Con el peligro -viendo el comportamiento de algunos- de alimentar una “Cuarta Ola”.

La Semana Santa de 2021 va a ser peor, porque lo que no vimos ni sentimos el año pasado en el presente nos esta permitido. Creo que el para el corazón es peor ir el día de la salida o pasar por la sede de tu cofradía; porque desgraciadamente no va a salir. Es peor acudir al viejo mostrador de tertulias semanasanteras con tus amigos; porque sólo saldrá nostalgia y pena, no habrá nada de que hablar sobre ayer y sobre mañana. Será peor cuando puedas pasear en el que iba a ser “el día” y veas un sol radiante y una noche de candelería encendida.

Por supuesto no estoy, ni mucho menos, diciendo que esto no se haga. Sólo manifiesto que será mucho más duro que el año pasado y que cada cual deberá blindarse ante el aluvión de sentimientos que se producirán al poder este año casi tocarlo con los dedos.

En mi caso, al residir fuera, lo tendré más fácil mentalmente al no tener ni poder presenciar la ocasión. Toca otra Semana de vídeos y retransmisiones pasadas, que en mi caso aprovecharé para ver Semanas Santas de los 70’s y 80´s de las que siempre se aprenderá mucho -porque tampoco todo fue tan malo en esos años- y sacar conclusiones y valorar la base que nos dejaron esos años y esas personas para engrandecer aún más la Semana Santa de Cádiz.

Con la Esperanza puesta en un 2022 normal, la petición de extremar las medidas individualmente, el recuerdo de los ausentes, fe y fuerza para sobrellevar este trance de la mejor manera posible, os deseo lo mejor para la presente Semana Santa.

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