Si algo está en el mundo cofrade está llamando la atención en estos difíciles momentos que nos está tocando vivir es la falta de criterio unitario de la Iglesia, en donde Vaticano, Conferencia Episcopal y Obispados van cada uno por su cuenta y toman decisiones y restricciones de diferente calado en diferentes jurisdicciones.
Iglesias abiertas aquí y allí no, prohibición de culto allí y aquí no, procesiones en septiembre en algunos lugares y en otros lugares no se ven necesarias. Esta falta de unidad no es nueva y desgraciadamente hace años que la Jerarquía hace gala de ello. Permitiendo en unas Diócesis unas cosas y en otras no. Valga como ejemplo, el hasta hace poco años, ridículo tema de los Vía Crucis.
Pero si hay algo que une, algo que unifica a la Santa Madre Iglesia. No es otra cosa que el movimiento Cofrade, Hermandades y Cofradías que nunca decepcionan y que, en estos tiempos difíciles, son con diferencia el colectivo católico que más está aportando. Innumerables son las iniciativas, servicios, donaciones, campañas y medidas que en pro de la sociedad están tomando las Corporaciones. En el fondo siempre es así, cualquier problema en una parroquia es siempre al colectivo cofrade al que primero se llama y el primero que se pone al servicio de la comunidad . Después muchos verán sólo el oro y los bordados, oropeles que son resultado de las donaciones y trabajo de sus hermanos y que no suponen menoscabo de la labor social y humanitaria de las Hermandades.
Haría bien la Iglesia en cuidar y mimar a la Vanguardia del catolicismo-al menos en Andalucía- Cofradías y Hermandades que siempre chocan con un clero más preocupado de otros colectivos de carácter incluso ultra que no aportan a la comunidad ni la mitad que los cofrades, en lo pecuniario y en el trabajo personal. La iglesia debe ser sabedora de que Andalucía un templo lleno es sinónimo de acto o culto cofrade.
No debería la Jerarquía dejar de la mano esto, debería de dejar de bloquear y poner trabas a las Cofradías en sus Templos (altares, traslado de pasos, exposición de estos, acceso a las Iglesias y apertura de estas, intervención en asuntos procesionales… de los que seguro sabe más el cofrade que el Cura…)
En resumen, valorar y cuidar -más allá del nivel de practicante- que solamente en Andalucía la Semana Santa congrega a millones de personas que por un ratito -aunque sea- tienen relación con la Divinidad. Mejor campaña “publicitaria” no la encontrará la Iglesia en ninguno de sus colectivos.
Pablo M. Sánchez